LA SOLEDAD QUE NO ES SOLEDAD Diciembre 20 de 2012

No es necesario decir que le poner en práctica una convicción es un sacrificio costoso. Ello puede requerir renunciaciones y separaciones que le dejan a uno con un sentido extraño de privación y soledad. Pero aquel que se eleve, como hace el águila, a los niveles más elevados donde el día carece de nubes y vive a la luz del sol de Dios, tiene que contentarse con vivir una vida de soledad.
Ningún pájaro vive tan solitario como el águila. Las águilas nunca vuelan en bandadas; a lo sumo solamente se ven una o dos al mismo tiempo. Pero la vida que se vive para Dios, aun que tenga que abandonar la compañía de séres humanos,la substituye por la compañía Divina.
Dios busca hombres semejantes a las águilas. Ningún hombre que no ha aprendido a estar a sólas con Dios, puede darse cuenta de cuáles son las mejores cosas de Dios. A Abraham lo encontramos sólo sobre las alturas de Horeb, pero a Lot lo encontramos morando en Sodoma. Moisés, a pesar de estar adiestrado con toda la sabiduría de Egipto, tuvo que pasar cuarenta años a solas con Dios en el desierto. Pablo, no obstante su gran conocimiento de la cultura griega y haberse sentado a los pies de Gamaliel, tuvo que ir a Arabia y aprender con Dios la vida del desierto. Deja que Dios nos aisle. No quiero decir en el apartamiento de un monasterio. En la experiencia de este apartamiento, El desarrolla tal independencia de fé y vida que hace que el alma no necesite por más tiempo la ayuda constante,
la oración, la fé o cualquier otra atención del vecino. En el desarrollo de la vida Cristiana, la ayuda e inspiración de los otros miembros es muy necesaria y ocupa su lugar, pero llega un tiempo cuando puede ser un obstáculo directo para el bienestar y la fé individual. Dios sabe la forma como tiene que cambiar las circunstancias de apartamiento. Cuando nos rendimos a Dios, El nos recibe por algún conducto, pero una vez que esto se ha terminado, no dependemos por más tiempo de aquellos que nos rodean. Nos damos cuenta de que El ha obrado algo en nosotros y que las alas de nuestras almas han aprendido a batir el aire más elevado.

Debemos atrevernos a estar sólos. J acob tuvo que estar sólo para que el Angel de Dios susurrase en su oído el nombre místico de Shiloh; Daniel tuvo que estar a sólas para ver las visiones celestiales; Juan tuvo que ser desterrado a Patmos para tomar profundamente y guardar con firmeza la «impresión del cielo.» El sólo pisó el lugar. ¿Estamos preparados para un «espléndido apartamiento» antes que faltar a El?

WRITTEN BY: Oscar Mauricio Escobar Porras

“Soy un creyente nacido de nuevo el 25 de Febrero 1983. Trabajé como misionero entre los Wounaan en el Rio San Juan entre Chocó y Valle del Cauca, Colombia desde año 1989 hasta el 2012, cuando me fui a Chile, donde estuve apoyando en el pastorado a la Iglesia Bautista Bethel de Calama, Antofagasta, mientras encontraban un pastor de tiempo completo; también estuve como pastor obrero en la Cruzada Cristiana en el Bajo Calima, Buenaventura Colombia. Actualmente hemos decidido, después de orar al Señor, con mi esposa e hija, abandonar mi empleo secular, Isaías 26:13, como médico, e ir a instalarnos a una zona rural, a fin de iniciar unos estudios Bíblicos, con sus habitantes, con la grande esperanza que El Señor, conceda levantar una Iglesia que le adore en espíritu y en verdad, que le ame con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y todas sus fuerzas, abandonando toda la mundanalidad que hoy se ha infiltrado en muchas iglesias llamadas Cristianas; y estoy terminando mi Maestría en Estudios Bíblicos en el TMS en USA. He estudiado Diplomados en Teología y en Misiones Mundiales en el Seminario Reina Valera en USA; Consejería Familiar bajo el Club 700 de USA, y Misionología Transcultural en Crisalinco en alianza con el Instituto Lingüístico de Verano bajo el Lingüista y Traductor del N. T. a la lengua Wounmeau, Rond Brinder, en Bogotá, Colombia. Secularmente, también soy Técnico de Refrigeración y Calefacción, así como Técnico de Motores Fuera Borda y afines. Nuestro lema y ferviente deseo de nuestros corazones, "Que la Iglesia se vuelva a las sendas antiguas" no sea que el Señor nos discipline como lo hizo con Israel, en las ocasiones que se alejaron de su Palabra. Solicito en el amor de Cristo, sus fervientes oraciones, por los propósitos de éste esclavo del Señor, dentro de su voluntad.”