Los cristianos iraníes están pidiendo oración por una serie de arrestos recientes. Poco antes de Navidad, cinco mujeres iraníes fueron detenidas, entre ellas Ruhsari Kamberi, de 65 años. Tras su arresto, Ruhsari se enfrentó a diez días de interrogatorio intensivo. Las autoridades también registraron la casa de la mujer mayor, donde confiscaron su teléfono, Biblias y materiales cristianos. Luego de ser finalmente liberada bajo fianza, Ruhsari fue llevada ante el fiscal a mediados de enero para responder a los cargos de «actuar contra la seguridad nacional». Durante la audiencia en el tribunal, se le ordenó reunirse con un líder religioso islámico para recibir «instrucción» y se le ofreció la oportunidad de regresar al Islam.
El 23 de enero, un joven cristiano fue arrestado luego de una violenta redada en su casa en Isfahan. Los testigos informan que Sina Moloudian fue sacado de la casa de sus padres con moretones en la cara. Unas horas más tarde, los funcionarios de la prisión le permitieron a Sina llamar a sus padres y avisarles que estaba recluido en la prisión de Dastgerd. Desde allí, lo llevarían a los tribunales donde se anunciarán los cargos en su contra.
Dos días después, Ismaeil Maghrebinejad, de 64 años, también fue detenido. Ismael, un cristiano de casi 40 años, ha sido acosado regularmente por las fuerzas de seguridad todo el tiempo. Después del reciente arresto en su casa de Shiraz, miembros de su familia preocupados intentaron ponerse en contacto con las autoridades para averiguar dónde lo habían llevado, pero se le negó cualquier información sobre él. Aunque desde entonces se le ha permitido a Ismaeil ponerse en contacto con su familia, él no sabía la ubicación de su encarcelamiento ni los cargos que enfrenta.
Un esfuerzo concertado de las autoridades gubernamentales para arrestar y hostigar a los cristianos continúa en todo Irán. El Artículo 18 reportó al menos 114 arrestos en diez ciudades diferentes solo durante la primera semana de diciembre. Aunque la mayoría de estos creyentes arrestados fueron liberados después de unas pocas horas, se vieron obligados a escribir detalles de sus actividades relacionadas con la fe y se les ordenó no tener contacto con otros cristianos.
Por favor, sostengan en oración a nuestros hermanos y hermanas cristianos perseguidos en Irán que están experimentando incidentes intensos de persecución. Que cada uno de ellos encuentre su fuerza y ayuda en Cristo durante estos días de prueba y tribulación. Por todos los que están cumpliendo una condena en prisión por su fe, oremos específicamente para que la protección y el aliento de Dios les permita resistir con paciencia, todo el tiempo sintiendo su presencia y su ministerio continuo mientras trabaja soberanamente en su nombre.