Fuente: ChinaAid
En una campaña continua contra las iglesias no registradas en todo el país, las autoridades chinas han tomado medidas en las últimas semanas al cerrarlas o bloquear el acceso a los congregantes.
El 16 de octubre, la policía cerró la iglesia de Guangfu en Guangzhou, declarándola como un «lugar no calificado». La iglesia ha enfrentado oposición en numerosas ocasiones en el pasado. En julio, el Buró de Asuntos Religiosos se reunió con el pastor Ma Ke y le ordenó que se uniera al Movimiento Patriótico Tres Autónomos del estado. Cuando la iglesia se negó, los feligreses fueron informados de que serían «supervisados por el gobierno».
Además, en Guangzhou, la policía acordonó una iglesia que se inició en la década de 1950. En ese momento, el pastor, Lin Xiangao, fue finalmente arrestado y pasó más de 20 años en prisión. Después de su liberación en 1978, Lin reinició la iglesia que desde entonces ha crecido a miles de asistentes. A pesar de haber alcanzado un acuerdo con la oficina local de asuntos religiosos, la policía bloqueó todos los accesos a la Iglesia Rongguili el 14 de octubre. Esta acción obligó a cancelar la escuela dominical y otras reuniones.
El 21 de octubre, un grupo de policías ingresó a la iglesia de Yongfu en la provincia de Fujian mientras se realizaba el culto. Como el servicio aún estaba en curso, el pastor Lin Kezhen preguntó si estarían dispuestos a hablar con él después del servicio. Sin embargo, los oficiales gritaron que se ordenó que cesara el servicio y que nadie debería asistir.
Los policías procedieron entonces a hostigar a varios de los cristianos. Cuando los miembros intentaron irse, las puertas se bloquearon mientras las autoridades reunían información personal y de identificación. Al salir de las instalaciones de la iglesia, los oficiales anunciaron su intención de
Oremos por la tremenda cantidad de iglesias en toda China que enfrentan hostigamiento e intimidación por parte de las autoridades gubernamentales. Sostenga a sus líderes de la iglesia, pidiéndole a Dios que les conceda sabiduría cuando trate con funcionarios del gobierno y responda a sus acusaciones. Que los cristianos del país tengan la oportunidad de compartir el Evangelio y hacer brillar la luz de nuestro Señor Jesús, incluso entre sus acusadores, para que muchas más almas preciosas lleguen a la fe en Él.