«En hierro fue puesta su persona,» (Salmo 105:18.) Si tomas esta frase y la traduces a nuestro lenguaje corriente, puedes leerla del modo siguiente, «El hierro penetró en su alma.» ¿No es ésto cierto? La aflicción y las privaciones, el yugo llevado en la juventud y el refrenamiento forzado en el alma, son cosas que conducen a una tenacidad de hierro, a un grandísimo propósito y a una perseverancia y fortaleza que son la fundación indispensable…Keep Reading