VEN SIN TARDAR Diciembre 19 2012
«Y os será para testimonio.»
(Lucas 21: 13.)
La vida es semejante a la subida de una elevada montaña, y alienta mucho al corazón que alguien vuelva su cabeza y nos haga señas desde 10 alto. Todos trepamos juntos y debemos ayudarnos los unos a los otros. El trepar por la montaña de la vida es un asunto to serio pero muy glorioso. Para alcanzar la cima se necesita fortaleza y andar con firmeza. La vista se ensancha a medida que nos elevamos. Si alguno de nosotros ha encontrado algo que vale la pena, debe volver su cabeza y llamar a los demás.
A Jesucristo-Ven sin tardar,
Que entre nosotros-Hoy El está,
Y te convida–Con dulce afán,
Tierno diciendo: «Ven.»
¡Oh cuán grata nuestra reunión,
Cuando allá, Señor, en tu mansión,
Contigo estemos en comunión
Gozando eterno bien!
Piensa que El solo-Puede colmar
Tu triste pecho-De gozo y paz;
Y porque anhela-Tu bienestar,
Vuelve a decirte: «Ven.»
Su voz escuchar-Sin vacilar,
y grato acepta-Lo que hoy te da,
Tal vez mañana-No habrá lugar,
No te detengas: «Ven.»
Tomado de: Manantiales en el desierto
L. P. Cowman