Tres pastores autoexiliados han sido condenados a penas de hasta cinco años por dirigir la Iglesia Pentecostal Nueva Vida en la ciudad de Almaty. Las sentencias se anunciaron el 1 de noviembre, cuando el tribunal rechazó su última apelación. El pastor fundador, Maxim Maximov, enfrenta cinco años de prisión, mientras que su esposa Larisa Maximova y su colega del ministerio Sergei Zaikin, cada uno enfrenta cuatro años. Los tres pastores tienen la intención de apelar la condena en la Corte Suprema.

Los cargos involucran «causar daño psicológico», así como una supuesta participación en asociaciones ilegales. Sin embargo, en al menos un caso, el plazo para la acusación fue incluso antes de que la víctima naciera. Los tres pastores han huido del país y actualmente viven en los Estados Unidos, aunque les gustaría regresar a su tierra natal.

La Iglesia Nueva Vida fue fundada originalmente en 1991 bajo la antigua Unión Soviética y registrada oficialmente en 2012. A pesar de su estatus legal, la iglesia ha enfrentado repetidos ataques por los medios controlados por el estado en los últimos años. Aunque todos los cargos fueron contra los tres individuos, cinco propiedades pertenecientes a su iglesia, incluido el edificio principal de adoración, han sido confiscadas y puestas bajo una orden de restricción.

Algunas autoridades gubernamentales han ofrecido alternativas para resolver los problemas. En noviembre de 2018, la policía se acercó a otro líder de la iglesia, el pastor Ivan Kryukov, quien sugirió que todos estos problemas legales podrían ser desestimados si la iglesia daba una compensación monetaria. Unos meses después, a los líderes de la iglesia se les dijo que su colaboración con la policía secreta resolvería cualquier problema. Ofertas como estas han sido rechazadas por el equipo pastoral debido a la injusticia de su situación.

Por favor, interceda por estos tres líderes de la iglesia en el exilio, ya que pasan mucho tiempo fuera de sus hogares y de la iglesia, solo para ser amenazados con prisión si regresan. Que los miembros de su congregación encuentren formas de reunirse para adorar y alentar. Mientras tanto, ore para que los tribunales proporcionen un fallo justo y equitativo.